sábado, 13 de noviembre de 2010

La Prisión

Estoy presa en mi propia celda
de silencio, soledad y vacío,
en vano grito e imploro
pues se que nadie vendrá en mi auxilio.

Estoy enterrada en la tumba
que en mi locura cavé,
y dentro de ella la angustia
de saber que nadie me podrá
rescatar ya jamás,
pues sé bien que aún
ganándote, te pierdo,
y cuando más intento huir
de mi propia prisión
y más me rebelo
de mi cruel destino,
mayor se vuelve mi tormento
por sentir en mi corazón
tu sombra en la distancia.

!Oh cielo, cuánto diera
por retenerte en mi cerco!
Mas sé bien
que si así lo hiciera
en mi inconsciencia y
sin siquiera desearlo
quizás la muerte te diera,
pues en esta tumba mía
ya no caben más que
la verguenza, la oscuridad
y el vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario