Abre la puerta, alma mía
y deja que mi luz inunde
cual río caudaloso
cuya vertiente se funde en el mar
y una vez juntos, muy juntos,
empecemos a navegar
antes de que el sol se oculte
y en el firmamento
solo brillen las estrellas,
antes de que la parca nos reclame,
antes de que la vida se acabe.
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